Algunos cinófilos franceses afirmaron que esta raza tiene origen en el Pastor de la Beauce al cual efectivamente se asemeja. Sin embargo parece más verosímil la tesis de los alemanes según la cual el Dobermann, habría nacido de los cruzamientos de diversas razas como el Pastor alemán (antepasado de los actuales), el Black and Tan, Terrier inglés, el Braco de Weimar y el Rottweiler. La denominación de Dobermann derivaría del nombre homónimo de su primer creador, un modesto recaudador de impuestos de Turingia, aunque la fijación de la raza es sin embargo obra de otro criador llamado Otto Goller. Los primeros Dobermann eran todavía bastante toscos. Recientemente hacia los primeros años de nuestro siglo se ha llegado, a través de ulteriores selecciones, a la formación de un perro de gran elegancia pero al mismo tiempo de gran potencia y resistencia. Su difusión en Alemania se lleva a cabo de manera muy rápida y pronto se extendió por toda Europa. En la actualidad, es conocido y apreciado en todo el mundo y no resulta para nada raro ver a un Dobermann, vencedor absoluto entre todas las razas, en muchas exposiciones caninas.